Dancer, danser, ballerino, danseur, dansari... son solo algunas de las palabras que en diferentes idiomas y que según su utilización en la frase pueden ser utilizadas como sustantivo o como adjetivo calificativo, pero que tienen una cosa en común todas ellas, y esto es su único significado al traducirlas al Castellano... BAILARÍN.
Bendita sea nuestra lengua Española que nos permite hacer uso de la gramática para poder establecer una diferenciación entre BAILARÍN y BAILADOR.
No se molesten en buscar en el diccionario, pues el resultado que encontrarán para ambas será el mismo. Esa diferenciación esta únicamente establecida de manera no escrita entre los aficionados al baile de manera no profesional.
Bailarín es por tanto aquel que se dedica al baile de lleno y de manera profesional. Que baila en espectáculos, que baila en escenarios y que recibe ingresos por ello demostrando su arte. Bailarín es por tanto un artista, igual que un actor, un cantante... o un pianista (Casi sin querer con esta rima podría escribir una canción).
Bailador es aquel que baila por diversión, para su disfrute personal, como formula de conexión social y que no recibe una fuente de ingresos por ello sino más bien lo contrario.
Invierte continuamente en clases, congresos, salidas a eventos y todo aquello que le aporte un punto mas en el baile como afición. Y si, aunque esa afición sea llevada al extremo y se inviertan muchas horas en ella, el Bailador (y a mucha honra) seguirá siendo siempre Bailador.